5 consejos prácticos para aprender a esperar, identificar el momento adecuado para actuar y aumentar la paciencia
La escena era perfecta mientras esperaba un café y unos pancakes con mermelada de fresa en uno de mis lugares preferidos.
Mis chicos jugaban en el play, y me preparaba para hacer algunas tareas que me habían quedado pendientes de la semana.
Un sábado frío por la mañana, y lo que tenía pendiente, aunque era necesario sacarlo, eran tareas que disfruto y me salen natural.
Mientras observaba, caí en cuenta de que sentía una ansiedad sutil, prácticamente imperceptible, a menos de que se creara un espacio de atención.
La ansiedad, en su naturaleza, es una emoción negativa en relación a nuestro futuro. Puede ser una amenaza real o simplemente percibida.
Estudios psicológicos demuestran que la gran mayoría de las preocupaciones no se materializan, o si lo hacen, suelen ser menos graves de lo imaginado.
En síntesis, nuestra mente tiende a magnificar los posibles resultados negativos, por lo que centrarse en lo que podría suceder puede ser fuente de angustia.
Este es un tema que converso a seguido con clientes y otros círculos empresariales, ya que el desarrollo empresarial es un camino particularmente retador.
A continuación, comparto 5 consejos prácticos para aprender a esperar, identificar el momento adecuado para actuar y aumentar la paciencia durante este trayecto:
- Desarrollar una mentalidad de observador estratégico:
- Antes de actuar, tomarse el tiempo para analizar el entorno, las tendencias del mercado y las señales internas de tu negocio.
- La paciencia no significa inacción, sino una espera informada y consciente.
- Esto nos permite actuar en el momento justo cuando las condiciones sean óptimas.
- Practicar la gestión emocional y la autoconciencia:
- La impulsividad puede llevar a decisiones precipitadas.
- Aprender a identificar y etiquetar nuestras emociones, comprendiendo el origen de nuestros impulsos da la claridad necesaria para distinguir entre una urgencia real y una oportunidad.
- Esta práctica requiere paciencia para madurar.
- Establecer hitos claros y evaluaciones regulares:
- Definir metas temporales y criterios específicos para cada fase del negocio.
- La paciencia se fortalece cuando obtenemos evidencias concretas de progreso.
- Además, nos permite saber cuándo es el momento de avanzar, retrasar o recalibrar la estrategia.
- Adoptar una actitud de aprendizaje continuo:
- La paciencia se alimenta del conocimiento.
- Cuanto más aprendemos sobre nuestra industria, nuestros clientes y nuestras competencias, más confianza obtendremos en que el momento de tomar acción llegará en su debido tiempo.
- Así, reducimos la ansiedad por la sensación de actuar prematuramente.
- Cultivar la resiliencia y la visión a largo plazo:
- Los resultados empresariales requieren tiempo y esfuerzo sostenido.
- Visualizar el impacto a largo plazo que deseamos lograr, recordando que los procesos lentos y controlados conducen a un crecimiento más sólido y duradero.
- La paciencia convierte la espera en una estrategia activa de preparación.
“Ten paciencia. Todo es difícil antes de volverse fácil.” – Saadi
Saber esperar es un atributo admirable, pero puede ser una excusa para posponer algo que ya le llegó su momento y debemos de hacer.
Tener un plan claro, observar señales concretas y tener la preparación mínima aceptada (no la perfecta esperada) es sinónimo de esperar estratégicamente.
Si no hay una razón sólida para retrasar la acción, posiblemente estamos posponiendo y sea el momento indicado para levantar coraje y concretar el paso.
¡Los mejores deseos y espero que hayás disfrutado de esta publicación!
Un gran abrazo,



