Cinco pasos para obtener claridad y tomar acción en la dirección apropiada
Las estrellas no siempre están alineadas. De hecho, para traer una idea a este plano físico, lo común es encontrar gran cantidad de resistencia.
Hay un impulso al inicio, esa suerte de principiante que abre puertas y el universo parece conspirar para que todas esas cosas que nos emocionen, pasen fácilmente.
Pero aquellas personas que lo han hecho varias veces, saben que después de ese salto emocionante, salen a la superficie los obstáculos que tenemos que atravesar para ganar el premio.
Como dice el dicho, los fracasos son huérfanos y no importa lo fácil que algunas personas lo proyectan por sus distintos medios. Lo usual es que habrá obstáculos.
Adicionalmente, debido a nuestro alambrado como seres humanos, tenemos el síndrome del impostor. Ese elemento que nos frena cuando queremos hacer algo disruptivo o diferente.
Algo que socialmente va a llamar atención y podrá poner en juego la imagen que tienen las demás personas de quienes somos.
Desde cierto punto de vista, esto es un juego y todos vamos para el mismo lugar. Sobre esa línea de pensamiento, vale la pena probar un poco de audacia para ver hasta dónde podemos llegar.
Tener responsabilidades no quita el hecho de que este juego vale la pena jugarlo con valentía. Si tuviéramos una conversación honesta con el yo 5 años adelante, ¿qué nos empujaría a hacer?
Excusas siempre van a haber. Pero al mismo tiempo, habrá una voz sutil y segura. Una voz suave y tenue. Una voz que nos incita a tomar el paso con fe y confianza.
Una voz que nos habla con cariño y, a veces, con autoridad. La podemos silenciar con distractores, pero luego aparece de nuevo y nos vuelve a hablar.
Esa voz que nos inclina a buscar las personas apropiadas. Personas que nos impulsan a tomar acción, ya que, sin ellas será muy fácil perder motivación durante el proceso.
Se dice que el propósito primordial del cerebro es identificar el peligro. Por esta razón, tendemos a buscar lo cotidiano para sentir seguridad y eliminar lo desconocido.
Nos aproximamos al cierre del año, y si hay algo que te mueve por dentro y querés alcanzar, aquí van cinco pasos para aplanar tus excusas y hacerlo realidad:
- Metas Claras y Medibles: Definí objetivos específicos, alcanzables y con plazos precisos. La claridad elimina la duda y reduce las excusas por falta de dirección.
- Sentido de Urgencia: Aclarar la importancia y el impacto de actuar ahora. Usá historias, datos o ejemplos que muestren que el tiempo no espera y que el retraso cuesta oportunidades.
- Drivers Visuales: Somos seres visuales. Si podemos ver el premio tangible de nuestras acciones, aumentamos las ganas para tomar acción y vencer la inercia.
- Monitorear el Progreso: Ejecutar revisiones periódicas para monitorear el ritmo del progreso. La claridad del movimiento emociona hacia la toma de acciones.
- Iterar sobre Evidencias: Detectar obstáculos, afinar procesos y construir sobre lo funciona con una mente explorativa.
Para ir cerrando, antes de pensar en manifestación, pensemos en alineamiento. Alinearse con nuestra esencia, algo que ningún estímulo externo nos puede revelar.
Nuestra esencia es única, es irrepetible. La tarea más importante que tenemos en estos momentos de gran revelación, es dedicar tiempo para descubrirla.
Para eso, necesitamos ir hacia adentro, dedicar tiempo para escuchar nuestra voz, para estar en silencio y prestar atención.
¡Espero que hayás disfrutado estas cortas palabras y los mejores deseos ✨ haciendo la magia!
Un gran abrazo,

Director Ejecutivo | PEJIBAYE CONSULTING


