4 Pasos hacia una Mayor Vitalidad, Poder de Voluntad y Claridad Mental.

Aprender sobre el desempeño y las increíbles capacidades que podemos desarrollar como seres humanos es un tema apasionante.

Muchas prácticas milenarias consideradas místicas, hoy son descodificadas de una manera pragmática por medio de la ciencia.

Cada día que pasa, salen a la luz más evidencias de los beneficios del ejercicio, la respiración y alimentación consciente, la meditación y el sueño apropiado.

Se dice que la falta de agilidad emocional es el factor primordial por lo que muchos negocios fracasan, ya que para liderarlos, necesitamos amplias cantidades de energía y vitalidad.

Debido a esta razón, es importante entender que nuestro cuerpo, como sistema biológico, es un vehículo con requisitos para operar de una manera óptima.

En relación a este tema, el frío es un elemento con el que he venido experimentando durante los últimos meses y ha estado en tendencia durante los últimos años.

“El frío es despiadado, pero es absolutamente justo” dice Wim Hof, conocido como El Hombre de Hielo debido a su capacidad para soportar bajas temperaturas.

Exponernos al frío promueve la pérdida de grasa corporal, alivia síntomas de depresión, mejora el sistema inmune, incrementa la circulación y mejora el sueño, entre muchos otros beneficios no mencionados.

En nuestro universo como líderes empresariales, debemos de utilizar todas las herramientas que tenemos a nuestra disposición para obtener mejores resultados.

El hábito de las duchas frías es una puerta fácil y práctica para entrar al mundo del frío y aprovechar todos los grandes beneficios que tiene para ofrecer.

A continuación, comparto 4 pasos para implementar este pequeño hábito con el fin de alcanzar mayores niveles de vitalidad, poder de voluntad y claridad mental:

  1. Actuarlo, No Pensarlo:
    • Puede sonar trillado, pero en realidad no hay mucha más preparación que podamos hacer.
    • Son dos minutos no negociables en donde abrimos el tubo, se inicia el cronómetro e ingresamos a la ducha.
    • El mejor consejo de un primo que hace tinas de agua fría 3 veces por semana fue: “Nada más no lo piense.”
  2. Respiración Profunda y Constante:
    • Cuando entramos en agua realmente fría, quedamos sin aliento.
    • Respirando lenta y profundamente le mostramos al cuerpo a no entrar en pánico ya que todo está bien.
    • Este tipo de respiración genera un estilo de combustión que da calor interno.
  3. Sostener el Umbral Mínimo:
    • Según un estudio por Susanna Søberg, PhD, el umbral mínimo semanal para obtener cambios metabólicos significativos es de 11 minutos en frío y 57 minutos en calor.
    • Idealmente en 2 o 3 sesiones a la semana.
    • Duchas diarias de un poco más de 2 minutos de duración con agua considerablemente fría es un excelente punto de partida.
  4. Mantener el Hábito:
    • Sostener el proceso durante 6 semanas continuas nos ayudará a instalar el comportamiento para desear los resultados a pesar de la experiencia.
    • El frío no se irá, ya que podemos pensar que conforme vamos practicando se hará más fácil.
    • Se hace más fácil dar inicio a la práctica y atravesar los primeros 30 segundos, que son los más retadores, pero la idea es que siempre sea una experiencia incómoda.

“Si siempre elegimos la comodidad, nunca aprenderemos sobre las capacidades más profundas de nuestra mente y cuerpo.” – Wim Hof

En lo personal, práctico las duchas frías a diario de al menos 2 minutos previo al entrenamiento.

Un poco más de 12 minutos de agua fría a la semana que se han merecido una publicación.

Un hábito que, sin duda alguna, fortalece la mente y estimula la estabilidad emocional para ganarse el día.

Al tocar este tema a nivel general, la aversión a implementar la práctica es la respuesta usual.

Pero como se menciona anteriormente, son dos minutos al día por todo un día con mayor vitalidad, lucidez y estabilidad emocional.

¡Gracias por leer y feliz día!

Saludos,

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